martes, 27 de octubre de 2009

INTERVENCION DE BARAK OBAMA


INTERVENCION DE BARAK OBAMA, PRESIDENTE DE LOS ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMÉRICA EL 10 DE OCTUBRE DEL 2009 EN EL BANQUETE OFRECIDO POR HUMAN RIGTHS CAMPAING EN WASHINGTON, D.C.



Traducción libre
Luis Roberto Monterrubio, Jaime López Vela
Ciudad de México Oct09


Muchísimas gracias a todos ustedes.

Es un privilegio estar aquí esta noche participando con Lady GaGa. Quiero agradecer a Human Rigths Campaign por invitarme a enviar este mensaje, y por todo el trabajo que la organización hace para alcanzar mayor equidad a nombre de millones de personas en este país que trabajan muy duro por sus familias y que son Gays, Lesbianas, Bisexuales, o Transgéneros.

Por casi 30 años, ustedes han representado a personas sin voz. Eso no es fácil. Porque a pesar de los avances obtenidos, hay aún leyes que modificar y corazones que abrir. Aún hay compatriotas, quizás nuestros vecinos, y familiares gente buena y decente que defiende argumentos desgastados producto de viejas creencias; que pretende que tu familia sea como la suya; que se niegan a respetar los derechos fundamentales, situación que muchos Americanos toman a la ligera.



Esas actitudes son dolorosas y desalentadoras, por mi parte, continuó liderando con la fuerza de mis argumentos, y pongo el ejemplo mostrando mi propio estilo de vida a mis amigos, compañeros, miembros de asociaciones de padres o religiosas, es así como se hace la diferencia.

Esa es la verdadera historia del movimiento por justicia y equidad, y no sólo para los gays, pero para todos aquellos que a través de la historia han sido privados de derechos plenos de  ciudadanía. Todos aquellos a quienes las bendiciones y oportunidades de este país han sido negadas.

Esta es la historia del progreso que anhelan aquellos con poca influencia o poder; de hombres y mujeres que lograron transformaciones gracias a enfrentar desafíos constantes.

Es la historia de protestas de un grupo de ciudadanos marginados con pocos seguidores que se revelaron frente a la discriminación.

Es la historia de una epidemia que ha diezmado una comunidad.

La de hombres y mujeres que se apoyaron y relevaron para salvarse unos a otros y continuar juntos la lucha contra la injusticia.




La que ha mostrado al mundo la solidaridad de familias no tradicionales en tiempos difíciles.



Esta es la historia de la campaña de los derechos humanos y las batallas que han librado por casi  30 años, auspiciando a candidatos que comparten sus valores y enfrentándose a aquellos que quieren envenenar la constitución con la discriminación.



La de la defensa de aquellos que viven con VIH/SIDA.



Esta historia, es una lucha constante. 



Hoy mi mensaje es, que estoy con ustedes en esta lucha. 



A pesar de que tenemos que enfrentarnos a grandes retos, no debemos y no podemos marginar la equidad social. 



Agradezco el apoyo que recibí de muchos de ustedes aquí presentes y comparto lo que muchos de ustedes piensan, que no se ha progresado tan rápido como se debiera, se los digo con honestidad como un valor importante entre amigos.



He dicho esto antes y lo reitero, no estoy yo para pedirles paciencia, la misma que les pedían hace medio siglo a los afroamericanos, pero también les digo que hemos logrado progresar y vamos por más.


Es importante recordar que no hay un sólo problema que mi administración enfrente día a día que no toque las vidas de la comunidad LGBT. 



Todos participamos reanimando la economía, nos apoyamos para generar empleo  y tenemos el compromiso de incrementar la calidad de nuestras escuelas y obtener un servicio médico al alcance de todos. Todos hemos lidiado con dificultades que se han presentado en Irak y Afganistán. 



Mientras que algunos pretenden etiquetarte por tu orientación sexual o identidad de género, yo estoy seguro que nadie desea ser etiquetado sólo por una parte de su ser, por una condición humana.



Ustedes son padres preocupados por el futuro de sus hijos. Son matrimonios con el temor de que  su pareja pierda el empleo, son trabajadores preocupados por el incremento de los costos del  seguro médico y son soldados, vecinos, amigos, pero lo más importante, son norteaméricanos que se preocupan profundamente por su país y su futuro.



Yo sé que todos esperan que yo me esfuerce para atender los problemas con que viven.



Mi compromiso con ustedes es ocuparme de esta terrible situación y por ello no la perderé de vista.



El progreso social esta tomando más tiempo del que quisiéramos pero no hesiten porque la dirección en que vamos es la correcta y alcanzaremos nuestras metas.

Yo espero que cuando miremos atrás en unos años, veamos momentos en los que logramos poner un alto a la discriminación contra Gays y lesbianas, desde cada una de nuestras trincheras.

 Veremos un tiempo en el que la nación reconoció por fin que las relaciones entre dos hombres o dos mujeres son tan reales y admirables como las de un hombre y una mujer. 



Veremos una nación que valora a estas familias y en donde los Gays en América tengan un rol importante.


Yo estoy comprometido con estas metas y mi administración continuará trabajando en ello.



La experiencia dolorosa de Dennis y Juddy Shepard son ejemplo de lucha, con el secuestro y asesinato de su hijo por homofobia hace 11 años.

En Mayo me reuní en la Oficina Oval con Judy, quien hoy nos acompaña,  y le prometí que se tipificarían los crímenes de odio. Esa ley llevará el nombre de su hijo. 



Esta lucha ha sido larga, la oposición es latente, nos han demorado, pero no nos rendiremos, transformaremos la tragedia en un compromiso inequívoco.

Ustedes han pasado por huelgas de hambre, han sensibilizado a congresistas, legislatura tras legislatura, hoy les puedo anunciar que después de una década lo lograremos y que al fin promulgaré la ley.



Este es el legado de la lucha de Juddy y Dennis quienes esta noche recibirán un tributo y en honor a quién nos ha inspirado –el senador Ted Kennedy-  quien peleo sin cansancio por esta ley.



También es legado de la campaña de los derechos humanos, de Mathew y otros que han sido víctimas de ataques  que destruyen vidas para lastimar y aterrorizar. 



Juntos caminaremos hasta el día en el que nadie deba temer ser Gay en América, dónde nadie tema caminar en la calle tomado de la mano de la persona que ama.



Hay mucho trabajo por hacer, trabajamos en un proyecto de ley contra la discriminación y por primera vez un militar dio su testimonio en el Congreso para apoyarla. 



Nadie en América debe estar en riesgo de perder su empelo por ser gay. No es  justo. Y eso lo vamos a detener. 



Por esta razón si cualquiera de mis representantes es atacado no por lo que cree sino por lo que es, no vacilare en manifestar mi repudio y mi compromiso será detener cualquier tipo de discriminación. 



Estamos revigorizando nuestro trabajo para responder ante el VIH/SIDA aquí y en el resto del mundo. Trabajamos con el Congreso para renovar el programa Ryan White el cual podría convertirse en ley. Estamos trabajando contra la discriminación que sufren quienes viven con VIH.



Sabemos que el VIH es una amenaza para estas poblaciones,  Jeffrey Crowley, director del la Oficina Nacional contra el SIDA, recientemente realizó un foro en Washington D.C. para buscar alternativas para enfrentar esta crisis. 



También trabajamos con el “Don´t Ask Don´t Tell ” “ No Pregunte, No Diga” No tenemos porque castigar a compatriotas militares que han servido a nuestro país, más bien, deberíamos celebrar su coraje por mostrarse en representación de sus compañeros, especialmente ahora que estamos viviendo dos guerras. Estoy trabajando con miembros del Pentágono para terminar con esta política discriminatoria y vamos a legislar para detenerla. Mi compromiso es terminar con esta política.



No es un secreto que los temas relacionados con Gays y lesbianas son sumamente controversiales en este país. Tampoco es secreto que el progreso ha sido extremadamente difícil –podemos ver que con tiempo y dedicación logramos castigar los crimines de odio.



Como nación debemos preguntarnos  ¿Podemos trascender viejas creencias y divisiones? ¿Podemos respetar nuestras diferencias y compartir nuestros sueños? ¿Podemos sostener los ideales sobre los que esta Nación se fundo? ¿Sostendremos que todos somos iguales y que  merecemos una oportunidad para vivir en libertad y felices? 



Yo creo que sí podemos y sí lo haremos.



Por ello, apoyo la idea de que parejas de Gays comprometidos sostengan las mismas responsabilidades y derechos que cualquier matrimonio en este país.



Promoveré la desaparición de leyes que incitan a la discriminación y las transformaré por leyes de derechos plenos para parejas gay.



He instruido a todas las agencias del gobierno federal para que otorguen el mayor beneficio legislado a familias LGBT. También he hecho un llamado al congreso para anular la ley de defensa del matrimonio para sustituirla por el acta de beneficios y obligaciones domésticas de pareja. 



Para ello se requiere que todos pongamos fin prácticas discriminatorias y venzamos a la oposición y a los miedos ideológicos sin fundamento. 



La lucha por los derechos humanos es la base de las políticas que debemos instituir, es también la capacidad de amarnos y comprometernos unos a otros y lo es para valorar o no el  compromiso social.



Se trata de la empatía, de ponernos en los zapatos de los otros; imaginarnos perder un empleo no por tu desempeño sino por tu relación de pareja; imaginarse la preocupación de llevar al hospital a tu pareja, imaginar el dolor de perder una pareja de años y saber que la ley te trata como a un extraño.

Seamos honestos, admitamos que hay demasiados allá afuera que no se enteran de esta situación. Por ello, insistiré sobre la importancia de ofrecer los mismos derechos a la comunidad LGBT y no sólo frente a audiencias gay. Es por eso que Michelle y yo invitamos a familias LGBT a la casa blanca para participar en eventos como el huevo de pascua porque queremos mandar un mensaje.



Es muy importante que ustedes lo sigan haciendo también, que continúen poniendo el ejemplo, que continúen presionando al liderazgo del país –incluyéndome a mí  –y hacerlo por toda Norte América. 



Esta noche estoy esperanzado por el activismo que percibo en esta sala,  por la compasión que he visto por Norte América, y por el progreso que hemos logrado en la historia del movimiento LGBT.

Cuando las protestas en StoneWall hace 40 años , el teléfono sonó en la casa de una maestra de primaria llamada Jeanne Manford, era la una de la mañana, un policía decía “ Su hijo Morty estaba en la protesta” Ella sintió que debía apoyar a su hijo, así que cuando el oficial le dijo a Jeanne que su hijo estaba arrestado, ella no se sorprendió.  Y cuándo el oficial le informó que su hijo es homosexual, estoy seguro que el oficial se sorprendió al oír “Sí lo sé, y por qué lo esta usted molestando´´.

Al poco tiempo Jeanne se encontraba marchando hombro a hombro con su hijo en las calles de Nueva York. Ella cargaba un letrero reiterando su apoyo a la comunidad gay por lo que mucha gente le aplaudió y se unió a la causa. Esto le dio una idea a Jeanne y a Morty. 

Jeanne sostuvo la primera junta de padres en apoyo de sus hijos gay en 1973. Alrededor de 20 personas acudieron, pero pronto el interés creció. Desafortunadamente Morty murió de SIDA, pero la causa se fortaleció.  Hoy, la organización fundada por Jeanne y Morty cuenta con más de 200,000 miembros. Curiosamente Jeanne algún día dijo “me consideraba una persona tradicional e incapaz de cruzarme la calle sin respetar el semáforo,  pero no iba a permitir que nadie pisoteara a Morty.”



Esa es la historia de ciudadanos comunes que se organizaron y alzaron  la voz por un cambio; de esperanza venciendo al odio; de americanos peleando por construir una nación para sus familias en donde nadie sea ciudadano de segunda clase; donde a nadie se le nieguen los derechos básicos; donde todos seamos libres de vivir  y amar a quien nos plazca.



Esta noche algún joven en América, tendrá que luchar contra su conciencia en la noche pensando si debería o no seguir manteniendo en secreto su identidad sexual. Quizá pronto se decida a salir del closet. Lo que pase después de dejar el closet atrás descansa en los hombros de la familia, amigos, maestros y la comunidad, por eso depende de nosotros.



Yo creo que esta persona podría tener un futuro brillante.



Y aunque haya malas rachas en el camino, nuestra fuerza y compromiso son más grandes que cualquier reto. Estos ideales heredados por generaciones son los que me permiten estar aquí esta noche dirigiéndome a ustedes.



Estos ideales son los que permiten a la gente en este presídium vivir abiertamente cuando por mucho tiempo eso era inconcebible.  Esta es la promesa de HRC. Es la promesa que estamos obligados de cumplir día a día respetando todas las leyes, cambiando mente tras mente. 

Esta es mi promesa empeñada.

Muchas gracias por el trabajo que hacen. Dios los bendiga, Dios Bendiga América.

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